¿Qué es el tratamiento con ozono?
La ozonoterapia es el uso de ozono médico como fármaco biológico, adecuado y seguro para el tratamiento del dolor crónico y muchas enfermedades, todo ello relacionado con el daño celular debido al exceso de radicales libres (estrés oxidativo).
Dado el creciente interés por esta tecnología, la Federación Mundial de Ozonoterapia publicó un texto científico dirigido a todos los profesionales sanitarios interesados en conocer más sobre farmacología, bioquímica y herramientas para el ozono médico.
El ozono médico es una mezcla de bajas concentraciones de ozono con oxígeno médico. Debe estar fabricado con un generador confiable y no tóxico que permita mediciones precisas.
¿Para qué sirve?
Principalmente para el tratamiento del dolor crónico y la inflamación.
Además, puede ser muy útil en el tratamiento de pacientes que padecen procesos relacionados con la alteración del equilibrio de oxidación-reducción celular, es decir, con exceso de radicales libres.
Estos incluyen básicamente inflamación crónica de cualquier tipo, procesos inmunes, procesos isquémicos y procesos infecciosos.
Cómo funciona
Básicamente, el ozono médico tiene un «efecto de vacuna» en el organismo, ya que estimula la defensa antioxidante al provocar una pequeña oxidación controlada (pre-acondicionamiento oxidativo celular).
Esta estimulación está libre de riesgos, ya que los generadores modernos no pueden generar dosis mínimamente tóxicas.
Se ha demostrado que el preacondicionamiento oxidativo activa moléculas en nuestras células que activan genes destinados a la reparación y defensa celular, como antioxidantes, agentes antiinflamatorios, agentes antitumorales o reoxigenantes.
¿Qué enfermedades cura?
La ozonoterapia es un tratamiento complementario para muchas enfermedades crónicas que lamentablemente no se pueden curar.
Por su excelente tolerabilidad y mínimo riesgo, es ideal para mejorar la calidad de vida en pacientes con dolor crónico (máxima evidencia científica) así como en procesos infecciosos, isquémicos y autoinmunes.
Todos los estudios de seguridad (tolerabilidad, teratogenicidad y carcinogenicidad) se realizaron de acuerdo a las regulaciones de la FDA estadounidense, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Reguladora Cubana, la más prestigiosa del mundo.

En estudios preclínicos, más de 60 publicaciones demuestran su seguridad y eficacia como protección en modelos de daño renal, hepático, cerebral, cardíaco, páncreas, intestinal, óseo y muscular.
Diversos grupos de investigación han publicado estudios clínicos que han resultado útiles y muy bien tolerados en enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, neurológicas, oftálmicas, neumológicas, digestivas, metabólicas, reumatológicas, dentales, etc.
Cabe destacar la publicación de una serie de trabajos que demuestran su interés como coadyuvante para el tratamiento de pacientes con cáncer, tanto como protección frente a los daños de la quimioterapia y radioterapia, como para mejorar la inmunidad y favorecer la cicatrización de heridas complejas.
Cómo se usa
Puede administrarse por cualquier vía, dependiendo de la indicación, excepto por inhalación: está estrictamente prohibido respirar ozono.
Generalmente se infiltra en analgésicos y ayuda a regenerar y reducir la inflamación de músculos, tendones, ligamentos, discos intervertebrales y articulaciones.
Se usa tópicamente para promover los procesos de cicatrización de heridas.
Mediante aplicación sistémica (enemas rectales o vía intravenosa indirecta) se utiliza para el tratamiento complementario de numerosas enfermedades y tiene un gran futuro en la medicina preventiva.
Foros de ozonoterapia
Para obtener información científica, visite las páginas de la Sociedad Española de Ozonoterapia (SEOT) o la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT).
Desde estos portales se puede descargar documentos con más de 300 referencias bibliográficas.
Además, las búsquedas en Pub Med (Instituto Nacional de Salud y Biblioteca Nacional de EE.UU.) Pueden encontrar más de 3000 artículos científicos.
Ozonoterapia y hernia de disco
El dolor de espalda crónico inespecífico suele ser uno de los problemas más importantes en la medicina para el dolor. Una vez descartada la indicación quirúrgica, el abordaje debe ser lo más conservador posible.
El tratamiento de la hernia de disco con ozono está cada vez más extendido y existe evidencia científica de una superioridad a largo plazo en el dolor de espalda en comparación con otros tipos de tratamientos.
Los protocolos médicos de ozono facilitan tratamientos seguros y, por tanto, repetidos que han demostrado mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En la patología de la columna lumbar, la cantidad de trabajo es extensa.
Los resultados positivos, junto con la seguridad de la tecnología y las temidas complicaciones de la cirugía, hacen que cada vez más autores crean que los tratamientos conservadores con ozono, ya sea paravertebral o intradiscal, son la primera opción.
Cochrane es un organismo de referencia internacional completamente independiente, cuyo trabajo durante más de 25 años ha sido mejorar el conocimiento en salud y la toma de decisiones médicas sobre tratamientos basados en evidencia científica.
En 2013, respecto al tratamiento con ozono como tratamiento para la lumbalgia, y tras una exhaustiva revisión sistemática, Cochrane concluyó que «existen evidencias de superioridad a largo plazo con el tratamiento con ozono para el tratamiento del dolor lumbar crónico frente a la inyección de esteroides, radiofrecuencia o cirugías abiertas».
Contraindicaciones
Actualmente contamos con respaldo científico de los beneficios de la ozonoterapia, tanto a nivel preclínico como clínico, con el respaldo de publicaciones en revistas de prestigio.
Los beneficios del tratamiento con ozono de forma adecuada y sin riesgo son una realidad médica con apoyo suficiente que se puede utilizar para mejorar la calidad de vida en enfermedades críticas, que siempre complementa la medicina clásica.
Las contraindicaciones para el tratamiento con ozono son mínimas y la prevención del dolor es su mejor antídoto.
Todos los autores coinciden en la seguridad de los tratamientos de ozonoterapia, especialmente ahora que existen máquinas modernas con alta precisión.
Las contraindicaciones relativas del tratamiento con ozono sistémico son el hipertiroidismo descontrolado, la trombocitopenia, la inestabilidad cardiovascular grave y las convulsiones.
Tampoco es aconsejable por precaución médica aplicar un tratamiento de ozono sistémico a pacientes embarazadas.
Sin duda, la ozonoterapia debe ser practicada por un médico experto, y sería deseable un diagnóstico del estado prooxidante-antioxidante del paciente.